Estas dos preciosas rosas, me las regalo ayer mi amor en Balmaseda, en el mercado medieval, son de madera con olor, y la verdad es que me hizo mucha ilusión que me las comprase.
La verdad es que estoy como una niña de 15 años enamorada de mi niño.
Estuvimos viendo muchisimas cosas, desde como se utilizaba la imprenta en la edad medieval, hasta los métodos de tortura que se daban para que los reos confesasen.
Hasta metí la cabeza en una guillotina, pero de verdad, sin trampa ni de cartón.
A la vuelta en el tren me puse super mala, tenia mucho dolor de cabeza por el sol y al final me puse a vomitar, tuvimos que bajar en gueñes a que me diera un poco el aire, y aun así de regreso me volví a poner mala; pero mi niño estuvo en todo momento cuidando de mi.
Y es que yo le llamo niño, en forma cariñosa, pero es todo un hombre, no un hombre por ser varón si lo que tiene que ser un hombre, y le quiero con locura, le admiro y hace que cada día que pase yo quiera ser mejor para que este orgulloso de mi.
Nunca te lo he dicho pero el amor y el respeto que siento por ti es inmenso y solo he querido atraer la atención de otra persona así, mi padre, así que imagina lo que te puedo querer.
Un besooooooooooooo.
Dejo aquí nuestra canción.
1 comentario:
Pero que bonito,princesa!
A este paso voy a pensar que me quieres de verdad. Me emocioné y todo, pero es de la arena que me quedo el sabado en los ojos...jeje.
Fue un dia medievo muy bonito,la verdad, menos por el pequeño susto que nos pegaste.
I love you
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